domingo, 29 de diciembre de 2019

OLVIDADOS

Hace tiempo, mucho tiempo, más del que puedo recordar, abandoné mi vida, mis sueños, mis proyectos para hacer una inmersión involuntaria en años de sufrimiento sin interrupción.Y todo por una estupidez. Por una estupidez que alguien había implantado en mí, como en tantas otras personas, sin distinción de género. Por llevar una vida de exigencias insostenibles, de sufrimientos ajenos y propios, de culpabilidad y de oscuridad absoluta y neblinosa, con un frío glacial. No fue de repente. No fue inmediato. Poco a poco fui perdiendo las fuerzas, la iniciativa, fui olvidando todos aquellos proyectos que tenía y todos mis sueños (puedo aseguraros que eran muchos y realmente maravillosos).Fui apagándome como la vela de una llama que se queda sin oxígeno, pues así me sentía yo cada segundo, sin oxígeno que respirar. Sin alegría ni alicientes para alimentar a mi corazón y a mi ilusión, que han sido siempre los grandes motores de mi vida. De repente me encontré envuelta en una espiral de ingresos hospitalarios con gente cuyas situaciones francamente helaban la sangre, hacían brotar lágrimas como ríos y que aumentaban frenéticamente los latidos de mi corazón. Fui cediendo el control a mi mente en lugar de dejar que, como siempre, me guiara el corazón. Un corazón en el que asombrosamente cabían una bondad y una empatía infinitas. Pero un día la mente consiguió imponerse por fin al corazón, tan frágil para entonces que no pudo luchar sin romperse en mil pedazos, tan pequeños como granitos de arena. Y así como está, arena con cinta aislante y tiritas para que siga latiendo a duras penas, he decidido quitar todos los remedios y dejar que la arena se esparza por mi pecho para empezar a reconstruirlo de nuevo. Esta vez bien, con amor, con cariño, con la seguridad de que ahí fuera hay gente que me aprecia, que me quiere, que me apoya incondicionalmente y que no me va a dejar caer, que no me va a dejar sola en la oscuridad aunque nos separen kilómetros y apenas nos conozcamos. Voy a salir, voy a ser no como antes... tres mil veces mejor que antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario