Ella es de esas que va leyendo por la calle. De esas que ama el arte, en cualquiera de sus formas de expresión, y de las que odia el aburrimiento. Moira. Es una chica extraña, espontánea, sensible... Es especial, es un huracán que cambia todo cuanto toca.
Venera las bibliotecas y las historias, reales o ficticias. Y absorbe todo cuanto ve, siente y oye como una esponja. Tiene un poco de todo lo que ha vivido y conocido en su corazón; diminutos granitos de experiencias que conforman su ser. Pero tiene un lado oscuro, y es que es una enferma psiquiátrica. Quizá por eso es así, quizá no... Pero es maravillosa. Su potencial es tan grande pero está tan oculto que ni ella misma lo ve aunque lo tenga delante de los ojos. En una ocasión alguien con una profundidad enorme le dijo que cuando estaba en sus momentos malos, lo que ocurría a menudo, era como alquitrán: pegajosa, negra y absorbente. Que su negatividad hacía negro todo lo demás y que todas esas cosas tan desagradables que se decía eran insoportables de escuchar.
Porque ella habla de seres de luz pero no es capaz de ver su brillo, su iridiscencia. Habla de belleza en casi todo lo que ve pero no es capaz de ver el ser tan bello que ella es. Solo puede ver su enfermedad, la anorexia nerviosa. Solo ve su trastorno de personalidad límite y sus obsesiones compulsivas. Seguro que conocéis a ese tipo de personas que esperan que los enfermos mentales se comporten como si fueran personas totalmente normales, como si eso significase que se están curando. Pero lo que nunca le habían dicho era que debía comportarse no como si no estuviera enferma, si no como si su enfermedad no fuera toda su vida. Que debía relacionarse con los demás, con ella misma, de una manera sana y apartándose cada vez más de sus patologías. Porque al final eso son las patologías, fantasmas que no se van hasta que consigues ignorarlos o que puede que no se vayan nunca pero que no tienen el poder de controlar tu vida, de ponerte una soga al cuello y ahogarte.
Bienvenida al mundo de los blogs. Te leo y te veo brillar.
ResponderEliminarMimitos.
Gracias por la bienvenida. Espero que mi brillo no te deslumbre y que sigas viéndolo por mucho tiempo. Mimitos
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